Estados Unidos instó el domingo a los militares birmanos a liberar a los dirigentes detenidos, incluyendo la nobel y antiguo icono de la democracia, Aung San Suu Kyi, jefa de facto del gobierno, y amenazó con una respuesta de Washington.
“Estados Unidos se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones o impedir la transición democrática en Birmania, y tomaremos acciones contra los responsables si esas medidas no se revierten”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki en un comunicado.
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